Un aplauso

Un aplauso porque por fin empiezan las vacas, porque hace calor, porque hemos sobrevivido un año más a las inclemencias del invierno que este año entre los fríos y las ciclogénesis ha sido especialmente duro, porque al parecer estamos saliendo con dignidad de la crisis que tantas preocupaciones nos ha dado a todos, a los amores que han surgido este año, a los desamores también (que un mindundi salga de tu vida es algo siempre bueno), por los retos ganados, a las gentes buenas con las que nos topamos por la vida que nos sorprenden día a día, a los recién llegados, a los que están a punto de llegar (el martes Mateo jr.).....

Pero, poniéndome de pie con sonrisa bobalicona y aplaudiendo tan fuerte que duele, los que más se lo merecen este año, y, sobre todo concretamente el día de hoy, son:

Natalia, Jaime y Verita. 

A Natalia la conocí, como a casi todas mis indispensables, en Sangenjo, cuando teníamos aproximadamente 12 añitos (en una edad bastante complicada). Al principio, por su seriedad propia de esa etapa, he de confesar que me daba miedo, me acercaba lo justito porque delante de ella solo podía balbucear tartamudeando con la boca pequeña incongruencias absurdas a las que obviamente ella respondía con cara de "¿esta es lerrrrda o se lo hace?". Luego, después de tirarse una tarde-noche entera tapándose la cara porque decía que era fea (aun siendo un cañón de pava) le perdí un poco el respeto y me di cuenta que no era borde, que al igual que el resto era insegura. Y ya poco a poco fuí conociendo y entendiendo a una de las tías más cojonudas que conozco. 

Natalia tiene una virtud que me encanta y es que sabe transmitir sus sentimientos hasta tal punto que acabas tu sintiendo casi lo mismo, y como es la positividad en persona cuando está de buen rollo, consigue que todo el mundo a su alrededor acabe con ese mismo buenrollismo. Es, de todas mis amigas, la mas fuerte y luchadora, cosa que ha demostrado mil veces, pero este año con creces, y encima jamás se olvida de la gente a la que quiere, no se como se las apaña pero siempre esta ahí y verdaderamente, con la sinceridad que le caracteriza, cuando no tienes razón te lo va a decir, y aunque a veces una necesita que la mientan vilmente, su opinión siempre cuenta el doble.

Lógicamente no os voy a decir que sea la tía perfecta, que también tiene sus defectos la joia, pero si quisiéramos sacar los trapos sucios del personal, este blog se llamaría Salvamegizer de Lux.

Nat!! te lo he dicho en todos los pocos post que he escrito este año, que te admiro, apoyo, entiendo, envidio y quiero mucho!!!!!! en resumidas cuentas.....

Te idolatro!!!